Atención Psicológica Infanto - Juvenil
La intervención con población infanto-juvenil se realiza mediante técnicas adaptadas a su etapa de desarrollo, en un entorno que favorece la expresión emocional y el aprendizaje de habilidades. El trabajo terapéutico incluye sesiones individuales con el/la menor, coordinación con la familia y, si es necesario, con el entorno escolar para lograr un abordaje integral. En consulta abordo casos de ansiedad, miedos, tristeza, problemas de conducta, dificultades escolares o conflictos familiares.
Cómo se procede:
Evaluación en dos fases:
Entrevista con padres o tutores para recoger información sobre el desarrollo, la historia y el contexto del menor, y si es necesario que cumplimenten cuestionarios.
Valoración con el niño o adolescente, adaptadas a su edad, que pueden incluir una entrevista, juego terapéutico, actividades estructuradas o la aplicación de pruebas estandarizadas y cuestionarios.
Esta evaluación suele requerir varios días para garantizar una visión completa y precisa de la problemática del/la menor.
Comunicación de los resultados de la valoración: al igual que con adultos, realizo una devolución clara de la información recogida, y elaboro un plan terapéutico a seguir. Cuando es conveniente, este plan también se comunica directamente al/ la niñ@ o adolescente. El proceso se consensúa siempre entre padres, menor y terapeuta.
Intervención/ Terapia: durante las sesiones, trabajo directamente con el/la menor, enseñándole estrategias para gestionar las dificultades que presente. Es fundamental que aplique lo trabajado no solo en las sesiones, sino también en casa, en el colegio, con amistades y en su vida cotidiana.
De forma periódica, incluyo sesiones con los padres para:
Proporcionarnos feedback sobre la evolución del menor.
Ofrecer pautas que refuercen los avances y favorezcan el éxito del tratamiento.
Comunicación y confidencialidad: la comunicación con la familia es constante, pero es fundamental garantizar la intimidad y el espacio de confianza del menor. A no ser que exista algún riesgo para su seguridad o de otra persona, no se trasladará el contenido literal de las sesiones a los padres.
En muchos casos, la intervención necesita incluir un trabajo familiar, con orientación y acompañamiento a los padres para fortalecer su rol de apoyo y mejorar la convivencia. Por lo que con ellos realizo además:
Evaluación del contexto familiar: análisis de las dinámicas, fortalezas y áreas de mejora.
Definición de objetivos comunes: metas claras y realistas en crianza, gestión de conflictos o apoyo emocional.
Sesiones de terapia conjuntas o separadas: según la necesidad, se trabaja con todos los miembros de la familia o de forma individual.
Práctica y seguimiento: se aportan estrategias concretas que luego se aplican en casa, y se revisan los avances.